Entre Ríos, elecciones sin sorpresas
- Emanuel Pagés
- 14 may 2020
- 3 Min. de lectura
Por Emanuel Pagés / Especial para Aire Digital
10 de junio de 2019

Hace un par de días atrás, cuando describíamos el escenario pre electoral en la provincia de Entre Ríos, mostrábamos que el actual gobernador Gustavo Bordet tenía varios motivos para ilusionarse en repetir mandato. El 99,48% del escrutinio provisorio dictaminó que el máximo mandatario (Frente Justicialista Creer) conducirá los destinos del ejecutivo provincial por los próximos cuatro años, luego de haber superado a Atilio Benedetti, principal adversario perteneciente al Frente Cambiemos quien mejoró su performance respecto de las Paso (disminuyó la diferencia de 25 a 22 puntos ). Bordet obtuvo 57,47% (433.401 votos) frente a los 35,44% (267.268 votos) de Benedetti.
Con 1.077.557 electores habilitados alrededor de la provincia, distribuidos en 3.262 mesas y 570 escuelas, el nivel de participación en las generales mostró un crecimiento con respecto a las elecciones primarias (de 75% a casi el 83%), lo cual consolida la hipótesis de que en momentos de definición, los ciudadanos adquieren mayor interés en participar. De todas maneras, el dato de contraste es el voto en blanco que nuevamente tuvo un papel preponderante con casi 70 mil votos, siendo otra vez tercera fuerza en porcentaje (aproximadamente el 9%) por detrás de la polarizada disputa. La nueva izquierda capturó el cuarto lugar con el 1,99% de los sufragios (15.008 votos), mientras que el quinto lugar fue para la Confederación Vecinalista con el 1,94% (14.600 votos). Los últimos lugares fueron para el Partido Socialista y el nuevo espacio perteneciente al Partido SER, obteniendo 1,73% y 1,44% de los votos (13.060 y 10.844 respectivamente).
Los distritos que acaparaban mayor interés eran la capital provincial Paraná y la ciudad de Concordia, donde los candidatos que se imponen, naturalmente catapultan sus aspiraciones hacia la esfera provincial, tanto es así que uno de los ganadores tuvo un acto fallido donde expresó que será el próximo gobernador (“seré el próximo gob…” Bahl dixit). En el primer caso, una ciudad donde nadie ha repetido mandato desde que se modificara la legislación en el año 2008 y en segundo orden, la segunda ciudad de mayor caudal electoral (Concordia), que se presenta como un conglomerado difícil de disputarle el ejecutivo a los candidatos justicialistas, ya que gobiernan este municipio desde el año 1983. Cabe destacar que esta última es la segunda ciudad de mayor pobreza del país con un 41,9% de su población (con 7,6% de indigencia).
En ambas ciudades se impusieron los candidatos del Frente Justicialista Creer, en Paraná Adán Bahl (actual vicegobernador de la provincia), será el nuevo intendente, mientras que en Concordia, el presidente municipal Enrique Cresto logró ser reelecto. De uno y otro se conocen sus deseos de llegar a ser el próximo candidato a gobernador en el 2023.
Ahora bien, resulta pertinente señalar algunos datos relevantes que ilustran estas elecciones que tienen la particularidad de ser la segunda vez que se adelantan a las nacionales (desde 1983 a la fecha en Entre Ríos), lo cual representaba una oportunidad de debatir temas que atañen a la provincia, algo que no todas las fuerzas políticas hicieron. En primer lugar la conformación de la legislatura, recordando que se elegían 34 diputados provinciales y 17 senadores departamentales, con los resultados del domingo la misma sería con predominancia de un color político (serían 13 senadores y 20 diputados para el oficialismo), lo cual otorgaría mayor poder al gobernador reelecto.
En segunda instancia, qué rol tendrá la denominada “unidad peronista” en las elecciones nacionales que próximamente tendremos en Argentina. Todo indicaría que esta mentada unidad jugará en favor de la fórmula Fernández (Alberto)-Fernández (Cristina). Por último, hay que referir que las principales ciudades de la provincia (Paraná, Concordia, Villaguay y Gualeguaychú) serán conducidas por al justicialismo.
Por otra parte, un aspecto no menor, es analizar el efecto arrastre que se produjo en la boleta que llevaba el apellido Bordet, quien fuese el gran elector provincial, al que las con las investigaciones previas se le reconocía como un político moderado y con perfil de gestión en favor del orden institucional. Podremos verlo recién con los resultados del escrutinio final que se prevé para el próximo miércoles 12.
Aún restan seis meses para el 10 de diciembre y la gran incógnita es cómo serán las transiciones en aquellas ciudades donde la gestión cambia de nombres y con al menos dos elecciones nacionales por realizarse (Paso y generales).
Con estos números y como se dice, con el “diario del lunes” el desdoblamiento (consensuado entre las principales fuerzas políticas), fue una estrategia que resultó favorable a las aspiraciones del oficialismo provincial, obteniendo un contundente resultado similar al de las elecciones primarias. Una nueva gestión comienza y la carrera hacia el 2023 también. Sólo resta esperar cómo se terminan de acomodar las piezas, mientras tanto elecciones presidenciales se avecinan.
*Nota de Redacción: el autor es Licenciado en Comunicación Social, maestrando en Industrias Culturales (Universidad Nacional de Quilmes) y consultor en comunicación y opinión pública.
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